Puede que limpiar el horno no parezca una tarea especialmente complicada, pero debes saber que los hornos, según su funcionamiento, requieren de unos cuidados concretos para su correcto mantenimiento. Pero, antes de nada, veamos qué tipo de hornos puedes tener en tu casa.
Tipos de hornos
- Hornos de leña: se construyen en materiales refractarios como el barro, con gran poder calorífico y alta resistencia a cambios de temperatura. Si están debidamente impermeabilizados apenas necesitan mantenimiento, ni siquiera en exteriores.
- Hornos de gas: cocinan los alimentos a base de la combustión de gas. Suelen tener un precio asequible, y se cocina bastante rápido con ellos.
- Hornos eléctricos: mediante resistencias eléctricas generan el calor que se transmite a los alimentos. Los de convección incorporan ventiladores que hacen circular el aire caliente alrededor de los alimentos, cocinándolos de manera más rápida y uniforme.
Sistemas de limpieza incorporados
Los hornos eléctricos incorporan actualmente dos métodos de autolimpieza: la pirólisis y la aquálisis.
- La pirólisis es un método de limpieza que consiste en el aumento de la temperatura dentro del horno hasta los 500 grados centígrados, a fin de que los restos de comida y grasa acumulados en las superficies interiores del horno queden reducidas a cenizas.
- La aquálisis consiste en el calentamiento de un cuarto de litro de agua con jabón a unos 60 grados centígrados. La superficie de los hornos con este procedimiento se revisten de un esmalte que favorece que los restos de grasa se reblandezcan y se desprendan en este proceso de limpieza.
¿Cómo mantenemos limpio nuestro horno?
Para mantener limpio nuestro horno en el día a día, podemos hacer varias cosas.
- Podemos espolvorear sal por el interior del horno cuando aún sigue caliente, que retiraremos cuando se enfríe. Si salta o se derrama algo de comida en el horno, es conveniente echarle sal cuanto antes.
- Se puede utilizar bicarbonato disuelto en un poco de agua tibia.
- Usar un paño empapado en vinagre también es una buena opción. Tras dejar pasar unos minutos, secaremos el vinagre con papel de cocina u otra bayeta, devolviéndole el brillo al interior del horno.
Mantenimiento diario del horno
Podemos usar un recipiente con agua y vinagre blanco dentro del horno encendido para que los vapores disuelvan la grasa. Tras varios minutos, apagamos el horno y pasamos con detergente para quitar los restos. Antes de que el horno quede frío del todo, enjuagamos bien los restos de jabón.
Las rejillas del horno conviene que se extraigan y se sumerjan en agua con sal para que la grasa y restos de comida se ablanden poco a poco. Con un estropajo y agua y jabón terminamos de limpiarlas.
Aplicando estas recomendaciones en la limpieza de tu horno lograrás que permanezca siempre lustroso y brillante.
Un buen mantenimiento es vital para todos los electrodomésticos de tu hogar, confíanos su cuidado a toda la Red Sareteknika: 902 44 55 33 | 94 404 14 04. Descubre todas la marcas para las que somos Servicio Técnico Oficial.